Revisar la historia de nuestra Sociedad y su evolución ilumina el sentido de nuestra existencia y nos ayuda a comprender mejor nuestra misión y visión. Desde sus inicios, la SAC ha sabido adaptarse a los tiempos, fusionando la investigación, la docencia y la atención clínica para servir a la salud cardiovascular de nuestro país. Este recorrido nos recuerda que nuestra fortaleza no reside solo en lo que somos hoy, sino en la trayectoria que construimos para enfrentar los desafíos del mañana.

Como inspiración y modelo, recordamos a la Royal Society, fundada en 1660, la sociedad científica más antigua del mundo. Su estandarte, “Nullius in verba” -en la palabra de nadie-, resume una filosofía que guiaba a los investigadores en la búsqueda de la verdad mediante la experimentación y la evidencia, no por autoridad ni tradición. Esa actitud de escepticismo bien entendido y verificación constante es la que queremos vestir en la SAC: un compromiso con la verdad, la transparencia y la mejora continua que sirva a la salud cardiovascular de nuestra población.

Desde sus orígenes, la SAC ha evolucionado de una revista a una sociedad científica ligada a universidades y hospitales públicos de Buenos Aires, Córdoba y Rosario. A lo largo de la historia argentina, hemos sabido adaptarnos a contextos de gran convulsión social, manteniendo la cooperación entre salud pública y privada, y a menudo adelantando prácticas e ideas en la región. Este legado nos impone revisar, ante los actuales cambios de paradigma en la ciencia y la sociedad, nuestro accionar para los próximos años.

En el Congreso ESC 2025 en Madrid, la SAC fue reconocida como la primera sociedad científica afiliada a la European Society of Cardiology en el año 2005, decisión tomada por el Dr. Daniel Piñeiro. Este reconocimiento no es un simple distintivo: es una muestra tangible de que nuestras decisiones estratégicas, cada vez más ambiciosas y coordinadas, han ido logrando impacto a lo largo del tiempo. Nos invita a mirar hacia adelante con la misma convicción: convertir evidencia, experiencia e innovación en acciones que mejoren la salud cardiovascular de todos los argentinos.

Con ese sentido y vocación, en los últimos meses, tras múltiples reuniones con líderes estratégicos de SAC a nivel nacional, hemos identificado escenarios globales y locales que exigen una planificación robusta: envejecimiento poblacional, aceleración de innovaciones diagnósticas y terapéuticas, y la irrupción de la inteligencia artificial en la clínica, la docencia y la investigación. En Argentina conviven la llegada de nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, desafíos estructurales: infraestructura insuficiente, inequidades de acceso, un sistema de salud heterogéneo, fragmentado y desfinanciado. Estas realidades requieren una visión estratégica para orientar decisiones, priorizar inversiones y fortalecer el impacto de nuestra labor.

Nuestra misión y visión -ser una asociación de bien público, sin fines de lucro, comprometida con la mejora de la salud cardiovascular en el país; y ser referentes en la formación e información en salud cardiovascular, promoviendo buenas prácticas, actualización constante y la integración de avances tecnológicos con un enfoque de equidad y sostenibilidad en el sistema de salud- nos obligan a ir más allá de la cardiología clínica. Queremos participar en la mejora de la organización, la financiación y el uso racional de los recursos del sistema de salud, centrados en las prioridades sanitarias.

El plan estratégico (PE) que estamos desarrollando, y que presentaremos en el 51º Congreso SAC en octubre, tiene un horizonte de tres períodos de gobierno. Es un marco guía para orientar decisiones, acciones e inversiones. No es un documento detallista que limite a cada miembro; es una orientación consensuada para mejorar la toma de decisiones, la eficiencia organizacional y la contribución de la SAC a la salud cardiovascular del país.

Lo hacemos con un enfoque participativo: elaborado desde la Presidencia, con la colaboración de la Mesa Directiva y líderes de distintas funciones y regiones, mediante talleres y reuniones de trabajo. Buscamos coherencia y consistencia, alineando acciones a lo largo de tres gobiernos, y ponemos la ética y la equidad en el centro de todas las líneas de acción.

Nuestra apuesta se articula en tres ejes que guían cada paso: Educación, Investigación y Área Miembros SAC. En Educación, queremos crear y fortalecer el Instituto de Educación Médica Continua, preámbulo del Instituto Universitario de la SAC; generar y transmitir conocimiento en ciencias médicas y cardiología, priorizar el desarrollo profesional y la educación centrada en el beneficio al paciente, y seguir posicionando a la SAC como referente en formación, generación de conocimiento y desarrollo tecnológico a nivel nacional e internacional.

En Investigación, aspiramos a desarrollar conocimiento científico que mejore la práctica clínica y la formación de recursos humanos; a generar datos y estadísticas nacionales en salud cardiovascular; a consolidar una metodología que represente la realidad de nuestro país; y seguir fomentando registros multicéntricos y la participación de centros de investigación en todo el territorio en forma continua.

En Área Miembros SAC, proponemos un programa de formación de cardiólogos líderes para profesionalizar la conducción y la gestión, preparándolos ante el avance de nuevas tecnologías, la globalización y los nuevos desafíos.

El plan estratégico no es un lujo: es una herramienta indispensable para orientar esfuerzos, optimizar recursos y elevar la calidad de la salud cardiovascular en Argentina. Con un marco claro, un liderazgo comprometido y una cultura de mejora continua, podemos enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece el progreso científico y tecnológico.

 
Pablo Stutzbach,  MTSAC  ORCID logo